“Me pregunto qué pasaría si nos cargáramos la palabra discapacidad”
Una sociedad realmente inclusiva es aquella que se esfuerza para que no existan obstáculos que impidan a ninguno de sus miembros gozar de una verdadera igualdad de oportunidades. Así lo entienden también en la Fundación SIFU, que el pasado 20 de diciembre celebró en CaixaForum Madrid el evento ‘Tecnología para la inclusión’. Una jornada dedicada a mostrar las puertas que la tecnología puede abrir a nivel artístico a las personas con diversidad funcional.
Para ello resulta imprescindible la adecuación tanto de los instrumentos musicales como de las escuelas de música y de los espacios artísticos en general. Durante el evento se presentaron tres instrumentos musicales fruto del desarrollo tecnológico como son el EyeHarp, que permite interpretar música con la mirada; el Travel Sax, un saxofón que se puede tocar con una sola mano, sin hacer mucha presión sobre las teclas o aunque se tenga una baja capacidad pulmonar y el Oxi One, un secuenciador musical con herramientas intuitivas para la composición y con botones accesibles.
También intervinieron en ‘Tecnología para la inclusión’ músicos como el pianista Pol Oñate, becado en su día por la Fundación SIFU, y que habló de las dificultades añadidas que a día de hoy, bien entrado ya el siglo XXI, tienen que afrontar todavía las personas con diversidad funcional. Situación con la que tiene que lidiar de manera cotidiana por su circunstancia de persona invidente. Así nos lo cuenta el propio Oñate en la siguiente entrevista.